Capítulo
5
Tormentos
La Mansión era bastante grande al
entrar. Cada uno se posicionó al lado de La generala de Division. Las
luces que había colocado el equipo anterior para la inspeccion de rutina que
ayudaban a revisar algunas habitaciones no encontraban en su lugar. Eso se le
hizo extraño ya que las ordenes primarias, si algo pasara, eran para retirarse
inmediatamente. Era una falla de procedimiento que no podía ser tolerado. Tendría que hablar con ellos inmediatamente Y que revisaran todos los
procedimientos de seguridad ya que esto no podía pasar nuevamente Eso era lo
que ella pensaba.
La generala de división Beifong siendo
maestra de metal podría sentir la estructura metálica que tenía la mansión pero
como la mayor parte de la mansión era de piedra y de otras elementos era muy
difícil saber dónde estaban los chicos división forense la poca luz del hogar
no ayudaba haber en todos los rincones había mucha oscuridad por lo antiguo que
era la Mansión, las luces que se colocaron anteriormente solamente
señalaban ciertos sectores. Pero había algunas estaban tiradas y desconectadas.
-Vayan a la zona superior revisen los
cuartos-ordenó la generala de división , la
seguridad del ejército dos de ellos subieron a las habitaciones mientras que
los dos que quedaban con ella se dirigieron a cada una de las habitaciones no
encontrando ninguno de ellos podría verse marcas de lucha y algunas raspadas
las paredes también en el piso se veía la diferencia de una mano humana mercada
por sangre arrastrada hacia un solo lugar la puerta del sótano-
Cómo podría ser que en poco tiempo no
estuviera ninguno de ellos no había pasado tanto tiempo desde el disparo pero
todo se escucha silenciosamente el frío de la noche la oscuridad voy a calar a
los huesos a cualquiera.
La teniente Suky estaba con ella,
seguía sus instrucciones al pie de la letra, cada una sabía que no era algo normal
frío que sentía en ese momento.
Espero a los demás elementos del
ejército que se reunieran con ella los que estaban afuera también revisaron las
zonas y había entrado a alguien o no Gracias instrucciones mencionadas En qué
no había pasado nadie ni se había visto movimiento por la parte de afuera nadie
había entrado a perturbar la paz en el complejo en la mansión al estar todo el
equipo la generala de división acercaron abrir la puerta preparándose para
cualquier cosa las armas estaban cargadas y las luces cargaban con ellos
indispensables para ver las luces de adentro del cuarto estaba completamente
oscura pesaran a bajar uno por uno porque le pasó del de la escalera era muy
estrecha solamente podría caber una persona a la vez ayudar en el suelo cada uno
paso hacia hacia los lados el hombre nace con las lámparas pero sin soltar las
armas deja de mirar la división puedo sentirla el cambio de del espacio sangre
también podría valer a la tierra casi todas las mansiones el sótano estaba
recubierto por cemento poner a tierra en esos espacios era bastante raro.
De manera inesperada, una brisa extraña
erizo su nuca, sintió los pies clavados en el suelo al momento de bajar el
último escalón; su instinto primario de sobrevivencia le pedía que saliera
corriendo de ese lugar.
Olía a peligro. Todo el lugar olía a
peligro y muerte.
Quería huir de la zona, pero una fuerza
aterradora la paralizaba sus pies, sus piernas perdieron la fuerza necesaria
para mantenerle en pie cayendo inevitablemente de rodillas. Podía sentir un
aliento pesado detrás de su oreja, sentía como sus miembros estaban paralizados
de terror podía sentir una fuerza superior a la suya invadiendo su espacio
personal doblegándole solo con su presencia.
Cerró los ojos para poder controlarse
mas no podía, su cuerpo empezó a temblar y sudar, su respiración estaba
acelerada. Necesitaba controlarse, no podía dejar que el pánico la siguiera
deteniendo. Debía recordar que no estaba sola, todos estaban en un punto en la
casa buscando a sus compañeros.
Solo por su entrenamiento militar pudo
silenciar apenas esta sensación de pánico en todo su cuerpo. Como pudo se
levantó acomodándose la ropa y miro alrededor suyo. Olía a sangre y algo más
que no podía detectar. Saco su arma de su estuche y la lámpara para poder iluminar
el contorno del espacio, todo su cuerpo estaba tenso. Hasta hace poco tiempo
tenían un equipo de luces, que ahora no estaba en su lugar asignado. La
oscuridad reinaba en el sótano.
La generala de División Beifong
necesitaba entrar en acción sus hombres podían correr peligro al igual que los
que habían entrado con ella. Escucho los pasos que bajaban para unirse a ella.
Aun así sabiendo que eran sus hombres, preparo su arma para toda acción. La
teniente Suki junto con dos soldados bajaron hacia ella.
Veían el comportamiento de la Generala
y se prepararon para cualquier acción, La Teniente Suki sacaba su arma, y los
soldados alistaron las suyas.
- Tenemos que tener sumo
cuidado, no sabemos qué fue lo que paso en las instalaciones- Mencionaba
en voz firme Lin- ¿Qué ha pasado en los siguientes niveles de la casa?-
se dirigía a la Teniente Suki.
- Sin señales- Menciono
la Teniente Suki- Perdimos todo contacto con ellos, se ven rastros
de lucha y sangre por las zonas que ellos debían estar.
- Inspeccionemos esta zona- Reafirmo
La Generala de División Beifong- Se puede oler sangre entre
otras
cosas. – Se decía a si misma que a los demás- ¡Todos
alerta!
Fueron adentrándose en el sótano,
usaron las luces que tenían en su equipo para aumentar más la claridad dentro
de este. Mientras avanzaban la generala les daba órdenes con el lenguaje de
señas militar, podían sentir en sus pisadas que el suelo era más tierra mojada
que otra cosa, lo que dificultaba el andar en donde podrían resbalarse
fácilmente.
El equipo de seguridad revisó varias
partes del sótano el sótano también era bastante grande tenía repisas llenas de
los elementos para la manutención de la casa también ahí lavan la ropa así que
podían verse el aparato y también esté el jabón con otros elementos para para
hacer el aseo.
Empezaron a acercarse a la zona que
podían oler la sangre y también la Tierra sentía como empezar a encerrarse el
olor pero también se enrarecía. Todos sentían que todo ese espacio se hacía más
chico.
La generala hizo la señal de sigilo al
posesionar su mano y su brazo izquierdo a un nivel y bajándola dando la
indicación al igual que la señal de alto subiendo nuevamente la mano y su brazo
izquierdo cerrando su puño pero con la palma hacia adelante, el brazo estaba
flexionado en el codo haciendo una formación semejante a una L. El comando se
posesionó alrededor de la Generala para nuevas instrucciones.
La Teniente Suki estaba en su lado
derecho marchando con sigilo preparada para toda acción. No podía creer que tan
largo podía sentirse un sótano en estos momentos, la tensión era palpable. Una
de la luz pudo divisar un objeto en el suelo, al elevar más para observar
detenidamente, podía verse que era un zapato militar.
Cada uno de ellos sintió un escalofrió.
El olor a sangre era cada vez más fuerte en esa zona.
La generala señalo a uno de los
soldados dándole la misma seña de sigilo al momento de dar esta orden le dio
otra que señalaba que tenía que ir rápido, en esta señal se asemejaba a la
forma de L del brazo pero con la diferencia que la palma cerrada estaba en la
dirección de la cara.
El soldado acato la orden llegando
rápidamente a la zona señalada para agarrar la bota y así inspeccionarla pero
al momento la soltó dando tropiezos queriendo alejarse de ella.
La Generala Lin a ver el comportamiento
del militar y sus soldados estaban intranquilos les dio la orden de alto y la
señal de mantener la posición lo que acataron inmediatamente. Dio seña de que
iría señalándose a sí misma, con otro señal tocándose la cabeza dando a
entender que la cubrieran. Se acercó al punto señalado y vio lo que al soldado
le había costado ver. La bota todavía contenía parte de la pierna. Lin solo
cerro los Ojos estaban en una situación que no podían predecir ni saber que era
el enemigo. El corte que tenía la extremidad parecía como si hubiera sido
arrancado por un animal de gran tamaño.
Dio más ordenes por el lenguaje de
señas, uno de ellos fue punto de reunión alzando su mano izquierda dando un
giro, a la vez que estiraba su brazo atrás de su cuerpo por completo cerrando
su puño lo cual y dándole un movimiento leve a la derecha, la orden fue dada
para una formación dispersa.
El soldado se recobro atendiendo la
orden de La Generala Lin volviendo a la formación señalada. Dando la orden de
avanzar solo al mover su brazo en diagonal, con su mano abierta moviéndola de
adelante hacia atrás.
Siguieron inspeccionando el lugar,
podían encontrar pedazos de tela militar alrededor de ellos, lo mas raro es que
sentían que la luz de las lámparas ya no daban la luz necesaria, cada vez que
avanzaban, sentían que la oscuridad los cubría más.
Todos se pusieron alerta empezaron a
ver varios cuerpos tirados en el suelo lámparas habían sido destrozada de
sangre había charcos de sangre. La generala de división se acercó a ver a los
cuerpos cada uno tenía desgarramientos en la piel producto de la violencia intentó
ver si alguno estaba vivo pero digo no mostraba signos vitales.
Ella cerro sus ojos viendo el desastre
de cómo había estado equipo momentos antes deseoso de aprender pero ante todo
qué habría pasado con ellos pero no todos estaban ahí faltaban unos cuantos
cuenta en ese momento que tenía que llamar a refuerzos para continuar la
investigación y ver los presuntos culpables del de lo que habrían hecho
-Teniente Suky ve y llama a la
milicia para que vengan inmediatamente.. Vamos ve- viendo
qué parte de la unidad estaba en shock No los culpaba la escena era
desgarradora- ¡Atentos, el culpable de todo ya debe estar aquí!- Se
dirigió a uno de los guardias para que le acompañara.
La teniente Suky atendió la orden
saliendo del sótano. Dentro de él no había recepción el radio del ejército.
Llegaron a una zona donde se veía la
pared, o lo que debió ser la pared, toda la parte del muro de la mansión había
dejado de existir, ahora solo existía un gran hueco de tierra, podía verse las
raíces de los arboles salir de esa zona. De ahí provenía tanta tierra en el
suelo, el olor salía de esa zona.
La generala Lin volvió a sentirse
petrificada en el lugar, podía sentirlo en su ser, no debían seguir mas en ese
lugar, pero no podían dejar a nadie atrás, si es que había la posibilidad de
rescatar a sus soldados, saber que había sucedido con ellos.
Por un momento pensó que su visión
estaba engañándola, pero sentía que la pared se movía, y se cercaba en ellos,
alumbraba el espacio pero lo único que podía ver era formaciones rocosas. Hasta
que sintió que sus soldados estaban muy pegados a ella. Posiblemente en esos
momentos ellos habían sentido lo mismo, podían sentir a un enemigo pero no lo
visualizaban.
-¿Cómo era posible?- pensaba La Generala Lin-
Fue entonces cuando percibió un roce
cálido junto a su oreja izquierda. Como si alguien pasara su cara levemente en
el cuello. Inmediatamente su cuerpo se erizo. Con el corazón en la boca su
cuerpo reacciono automáticamente lanzándose hacia adelante; alejándose de lo
que estuviera encima de ella. Alumbrando el techo pudo solo visualizar lo que
estaba arriba de todo el comando.
- ¡Alerta el enemigo está
arriba de nosotros!- Grito a sus soldados.
Pero ya era muy tarde
Lo único que pudo visualizar fue las
fauces con enormes colmillos lanzándose a ella. Pudo ver con claridad los ojos
del enemigo, amarillos no de un ser humano, eran de un animal salvaje cuyo
instinto era solamente para la caza.
La oscuridad cayó en ese momento para
todo el equipo. Podían escucharse los disparos que intentaban dar para su
defensa; El ruido de la batalla en poco tiempo quedo en un silencio sepulcral.
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Abrió los ojos, salió de su ensoñación,
todo la sensación de la mansión había desaparecido de su alrededor, volvía a
escuchar el sonido de la música que hace rato había colocado. Podía oler
todavía ese olor, pero en la casa no había nada que desprendiera aquel olor. Se
sentó en la bañera manteniendo sus sentidos alerta. Su cuerpo sentía el pánico
de esa vez. Solo que en esta ocasión hizo caso a su instinto.
Se lanzó fuera de la bañera
envolviéndose el cuerpo con una toalla. Salió a toda prisa del cuarto de baño y
atravesó su habitación en dos zancadas. Bajo la escalera de la misma forma y se
sentó en el sofá completamente alejada de las escaleras pero podía verlas desde
su posición. Todavía su cuerpo podía sentir una mezcla de pánico. Sus
pulsaciones estaban aceleradas. No se atrevía a volver a su habitación. La
sensación de revivir el suceso había sido tan fuerte que le aterraba encontrarse
en ese sótano, aun cuando solo fuera su cuarto de baño.
Al cabo de unos minutos entre que
calmaba su corazón y su mente, se convenció de que su imaginación y el síndrome
postraumático estaban dándole un mal rato.
Se volvió a enredar la toalla bien y
empezó a subir los escalones de su casa despacio, agudizando el oído, sus
músculos le dolían por lo tensos que estaban. La música seguía en su cuarto.
Lentamente y con cautela se acercó a la puerta de la habitación para asomarse.
No había nada. Cruzo con cautela hasta llegar a su cama inspeccionaba todo.
Miro al baño y se acercó. Podía sentir que su cuerpo volvía a ponerse tenso,
sentía como sus propios latidos estaban acelerados. Se armó de valor al
plantarse en medio de su propio baño, vacío la bañera y se miró al espejo.
-Solo estas cansada Lin- pensó
para sí.
Apago la música, se quitó la toalla
para colocarse una camiseta de tirantes y un pantaloncillo. Se metió en la
cama. Intentaba no pensar en nada, dejar su mente en blanco y respirar
pausadamente, como le había indicado Kyla. Sonrió, solo con pensar en ella se
tranquilizaba. Podía recordar cada vez más lo que paso ese día, pero lo que no
podía recordar bien, era un par de ojos azules que la miraban atentamente antes
de desmayarse por completo en esa situación.
¿Quién era esa persona? Y por qué la
defendía había peleado con alguien más. Solo recordaba susurros de voces, que
decían.
- No puedes matarla- gritaba
el par de ojos azules.
- Ella es un testigo de lo que
paso aquí. No puede sobrevivir y ¡tú lo sabes!, puede poner a nuestra raza en
peligro.- Se podía sentir su furia crecer.
- Ella no es un peligro, te
desconozco, ¿Que te ha pasado?- Podía escucharla suplicándole a su
acompañante no hacerle daño.
¿Por qué se preocupaba todo su comando
estaba muerto y ella estaba gravemente herida?
- No te permitiré que le hagas
daño- Sentía que se colocó enfrente de ella.
- No creas que no te lastimare,
Korra. No sabes lo que has hecho al ponerte en mi contra - ya solo
podía escuchar a lo lejos.
Cada vez le costaba recordar, el
cansancio se posesionaba de ella.
Otra parte que había recordado en este
tiempo fue una voz que llego al momento que ellas peleaban.
-¡¡¡Por que estan invadiendo mi hogar!!!- Solo pudo escuchar esa voz que tenia
una furia enorme desencajada hacia todos los que estaban en la habitación. -
Lycans
En pocos minutos el sueño tiro de ella.
Continuara…
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