lunes, 19 de septiembre de 2016

Recuerdos Capitulo 6

Capítulo 6

Recuerdos

Un rayo de luz toco su cara, permitiéndose abrir un ojo despacio para no lastimar sus pupilas. Ya era de día. Como todos los días tenía una rutina que seguir. Se desperezo de las sabanas y se sentía feliz y descansada. Había dormido plácidamente y se encontró en paz como hacía mucho tiempo no le ocurría. Alargo el brazo para agarrar en la mesita su reloj todavía era temprano las 7 de la mañana. Pero tenía la sensación de haber dormido doce horas seguidas. Se iba a incorporar cuando sobresaltada, cayó en cuenta de un pequeño detalle. Estaba desnuda de la cintura para abajo.

Claro que se había puesto los pantalonsitos en la noche. Claro que estaba segura. Levanto la sabana, se levantó y busco por todas partes. No había ni rastro de ellos. Con los nervios que sentía se quedó mirando a las sabanas. No parecía haber nada anormal. Se inclinó para ver debajo de la cama. En un rincón alejado estaban. Como si alguien los hubiera tirado despreocupadamente. Los cogió y se sentó mirándolos perpleja. No recordaba quitárselos durante la noche.

No era capaz de pensar. ¿Estaba perdiendo el control de su mente? Toda su realidad exterior se estaba volviendo confusa. Decidió prepararse un buen desayuno y salir a correr como todas mañanas.

Necesitaba un poco de aire puro. Salió a la calle y contemplo la el mar que se veía, la luz del día brillaba con el oleaje de las olas. Llevaba la mitad de su recorrido habitual cuando una ráfaga de aire fresco revolvió su cabello se quedó mirando el cielo pensativa. Pudo sentirlo en el ambiente, llovería en cualquier momento podía olerse en el aire.

Comenzó a correr sin pensar, hacia una caseta de autobús. Sintió un relámpago, al momento que la luz de este llegara a su visión periferia. Pero no se detuvo en este lugar. 
Siguió corriendo. Las primeras gotas empezaron a deslizarse por su cara. En segundos toda su ropa se había empapado, el cabello se le metía a los ojos no permitiéndole ver bien por donde iba. Siguió corriendo bajo esa lluvia torrencial de los días veraniegos, hasta llegar al final de todo su recorrido habitual.

Permaneció varios minutos hipnotizada por el mar bajo la tormenta. Como el tranquilo oleaje del día se había convertido en todo lo contrario. Ella no sentía el viento frio que golpeaba su cuerpo, ni sus ropas empapadas. Solo quería poder asimilar lo que había ocurrido ese fatal día, y por qué ahora recordaba mas esas voces. ¿Quiénes eran?

¿Qué había pasado realmente en esa ocasión? Y ¿por qué no había tenido sus pantalonsillos en la mañana?

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Ling Beifong había pasado varios meses de estar en el hospital del ejército esperando volverse encontrar con Kya pero fue así; Toda Su rehabilitación haya sido por parte del personal de el hospital del ejército, deseaba verla, conversar con ella  pasaban  los días y no sabia nada de ella. Le preocupa a Lin, fue desde el día siguiente en qué le dieron la visa de la baja del ejército que ya no sabia nada de ella.

-No regresará- Había dejado en ella un hueco esas palabras.  El médico que le atendía ahora había dicho qué Kya había pedido su transferencia a la tribu de agua dejando a su cargo a este doctor.

Desde ese dia en el cuarto de hospital no había tenido ninguna comunicación con ella; ni por correspondencia ¿en qué parte del mundo estaría? Ahora ya podía ver las diferencias que había en el trato con Kya y con este doctor.

 El directamente el profesional solamente metiendo su parte médica pero nunca estableciendo una una conexión de confianza entre él y ella, casi no conversaban solamente se limitaba a ser  evolución en su recuperación física.

Extrañaba los momentos en que a kya llegada a casa habitación a diferentes horas del día llevando en una taza de té o algo para poder pasar el rato siempre atenta a ver su recuperación física, pero con la charla se daba cuenta que también estaba atenta su recuperación mental.

Ella la ojiazul tenía muchos detalles hacia su persona; Hasta en esos momentos a en que la doctora Kyla no se había dado cuenta de todo lo que había necesitado a la sanadora hasta que lo había perdido esto.

Por la información que tenia de sus colegas, la docta Kyla seguía la información de cómo estaban todas las cosas en la ciudad república. Como estaban sus pacientes, su evolución, su tratamiento.

Le sorprendía que ella escogiera en sus pensamientos si salir a encontrarse con la doctora Kyla así aunque sea retomar en la decisión de quedarse en la ciudad República o ír a la nación del agua. Pero después del día de su retirada del ejercito ella se enfoco en su tarea. Tenía cosas que hacer cosas que terminar. Aun así su pensamiento seguía en que si no hubiera pasado lo de ese día, posiblemente no la había conocido. Sus pensamientos estaban muy confusos en esos momentos.

Aún así esos días que estuvo en recuperación con ese doctor le dio más claridad a sus pensamientos sobre lo que ha pasado sabía que tenía que tener su espacio después del ejército ya que la casa en la que estuvo todos estos años estaba dentro de los complejos del ejército. Así que tenía que hacer todo lo posible para tener su propia casa dentro de la ciudad república además de buscar un nuevo empleo.

Ya lo recordaba todo mucho más claro todo el tiempo que te pasó la claridad entre sus pensamientos ya no respondía tanto a los movimientos en la noche como antes solamente podía recordar aquí a apoyándola y es la calmaba.

Sabía que en el momento que ella se dio la orden para que pasarán a recoger o a ver qué había pasado con sus equipo debe haber llamado antes a la base para decir que había en regularidad aeio era lo que también le pesaba. Sin ejército hubiera sabido desde antes que sea un problema otras personas registrar la casa eso sería el protocolo que podría haber colocado de antes pero Llamar a pasado. Ya no podía corregirlo Pero lo que sí era prender de la experiencia.

Tenía que enfocarse en el presente.

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Sentada en uno de los asientos del barco Kyla intentaba concentrarse en la revista militar que tenía adelante, pero sus pensamientos volaban sin darse tregua, arrastrándola al hospital de la ciudad república. Ya hace 3 años al que ahora tenía que enfrentarse a ese pasado.

Le costó mucho trabajo convencer a sus superiores de que la dejaran marchar. Insistió en que les hacía falta en la Tribu agua doctores competentes ya que la anterior medica había muerto.

Trabajaba demasiadas horas, pero ayudar a su nación compensaba con creces todo lo que estaba realizando. Sintió un escalofrió al recordar el beso que le dio a la Generala Beifong, ella siempre que recordaba ese momento no podía moverse ni respirar.

Podía sentir a su alrededor la habitación que ella se encontraba con Beifong, si.. La Generala la hubiese mirado en ese instante, seguro que hubiera leído en su cara el deseo que sentía. Pero no dejo que eso pasara, ya que salió de la habitación antes de saber su reacción.  Podía sentir que su sangre hervía ante el roce al tocar sus labios.

Siempre se había preocupado por sus pacientes. Pero con Lin, nunca le preocupo si lo que sentía estaba bien o mal, fluía de ella de forma natural. Al día siguiente de salir hacia la tribu agua fue el peor día de su vida. Alejándose de lo que más amaba, su carrera, su vida en la Ciudad Republica y más que todo alejarse de Lin Beifong sin darle ninguna explicación.

En ocasiones sentía por dentro celos del doctor que le tocara atender a La generala de división porque sabía que ella misma se había alejado. Por las noches las imágenes que creaba en su mente teniendo Lin roces con el doctor asignado la torturaban sin piedad. 
Arrastrándola a la soledad que la desesperaba y la dejaba siempre frustrada. Aquellos momentos se repetían a menudo durante el primer año.

Solo fue un día, un día…la pérdida de un ser amado hizo que todo se alejara de su mundo. 
La muerte repentina de su madre la dejo perpleja y sin capacidad de reacción. Solo encargarse de los asuntos de su madre era lo más sensato por hacer.

Solo unos cuantos años pudo sacar su dolor e intentar curar su herida.

Hasta después de ese tiempo pudo recordar a Lin, le trato poco tiempo, pero que siempre su cuerpo y alma hacia que la tratara con tanto cariño, había llenado una parte importante en su vida en los escasos momentos que había podido dedicarle en sus visitas rutinarias en el hospital. Solo Lin podía enseñarle esa sonrisa tierna que tenía, veía en sus ojos una amabilidad que escondía por la parte militar cuando alguien más entraba a su habitación.

Kyla le contaba por las noches que Lin no podía dormir historias para ayudarla a dormir, siempre tratándola como una mujer adulta, no podía separar de la persona a paciente. Naturalmente Kyla le mostraba a su modo su amor y su respeto.

Pero en los días que murió su madre, solo podía recordar el ajetreo para poner en regla los papeles,  no podía llorar, tenía que ser fuerte para seguir avanzando. La decisión que tomo y que cambio su vida por completo.

Dejar a Lin fue lo que realmente dejo su vida sin sentido. Durante mucho tiempo vivió con el dolor de su ausencia, con su recuerdo palpitante, con todos los sueños húmedos que había forjado en su imaginación y no había podido realizar con ella. De tal forma paso el tiempo que no fue capaz de relacionarse con nadie en la tribu Agua.

Volcó toda su frustración y rabia en algo constructivo sanar a su nación. Pronto como en la nación república fue admirada por los que la rodeaban. Se convirtió en la numero 1 por esos momentos se dedicó toda su energía a obtener el mayor rango en su nación en su carrera.

Su aire distante e inalcanzable aumentaba su atractivo, la rodeaban escasos amigos todos del mismo ramo.

Todas las imágenes de todo el pasado se mezclaban en su cabeza hasta que anunciaron que llevaban a puerto.  Solo una cosa venía a su mente. Solo una cosa. Volvería a verla otra vez.


Continuara…. 

Tormentos Capitulo 5

Capítulo 5

Tormentos

La Mansión era bastante grande al entrar. Cada uno se posicionó al lado de La generala de Division. Las luces que había colocado el equipo anterior para la inspeccion de rutina que ayudaban a revisar algunas habitaciones no encontraban en su lugar. Eso se le hizo extraño ya que las ordenes primarias, si algo pasara, eran para retirarse inmediatamente. Era una falla de procedimiento que no podía ser tolerado. Tendría que hablar con ellos inmediatamente Y que revisaran todos los procedimientos de seguridad ya que esto no podía pasar nuevamente Eso era lo que ella pensaba.

La generala de división Beifong siendo maestra de metal podría sentir la estructura metálica que tenía la mansión pero como la mayor parte de la mansión era de piedra y de otras elementos era muy difícil saber dónde estaban los chicos división forense la poca luz del hogar no ayudaba haber en todos los rincones había mucha oscuridad por lo antiguo que era la Mansión,  las luces que se colocaron anteriormente solamente señalaban ciertos sectores. Pero había algunas estaban tiradas y desconectadas.

-Vayan a la zona superior revisen los cuartos-ordenó la generala de división , la seguridad del ejército dos de ellos subieron a las habitaciones mientras que los dos que quedaban con ella se dirigieron a cada una de las habitaciones no encontrando ninguno de ellos podría verse marcas de lucha y algunas raspadas las paredes también en el piso se veía la diferencia de una mano humana mercada por sangre arrastrada hacia un solo lugar la puerta del sótano-

Cómo podría ser que en poco tiempo no estuviera ninguno de ellos no había pasado tanto tiempo desde el disparo pero todo se escucha silenciosamente el frío de la noche la oscuridad voy a calar a los huesos a cualquiera.

La teniente Suky estaba con ella, seguía sus instrucciones al pie de la letra, cada una sabía que no era algo normal frío que sentía en ese momento.

Espero a los demás elementos del ejército que se reunieran con ella los que estaban afuera también revisaron las zonas y había entrado a alguien o no Gracias instrucciones mencionadas En qué no había pasado nadie ni se había visto movimiento por la parte de afuera nadie había entrado a perturbar la paz en el complejo en la mansión al estar todo el equipo la generala de división acercaron abrir la puerta preparándose para cualquier cosa las armas estaban cargadas y las luces cargaban con ellos indispensables para ver las luces de adentro del cuarto estaba completamente oscura pesaran a bajar uno por uno porque le pasó del de la escalera era muy estrecha solamente podría caber una persona a la vez ayudar en el suelo cada uno paso hacia hacia los lados el hombre nace con las lámparas pero sin soltar las armas deja de mirar la división puedo sentirla el cambio de del espacio sangre también podría valer a la tierra casi todas las mansiones el sótano estaba recubierto por cemento poner a tierra en esos espacios era bastante raro.

De manera inesperada, una brisa extraña erizo su nuca, sintió los pies clavados en el suelo al momento de bajar el último escalón; su instinto primario de sobrevivencia le pedía que saliera corriendo de ese lugar.

Olía a peligro. Todo el lugar olía a peligro y muerte.

Quería huir de la zona, pero una fuerza aterradora la paralizaba sus pies, sus piernas perdieron la fuerza necesaria para mantenerle en pie cayendo inevitablemente de rodillas. Podía sentir un aliento pesado detrás de su oreja, sentía como sus miembros estaban paralizados de terror podía sentir una fuerza superior a la suya invadiendo su espacio personal doblegándole solo con su presencia.

Cerró los ojos para poder controlarse mas no podía, su cuerpo empezó a temblar y sudar, su respiración estaba acelerada. Necesitaba controlarse, no podía dejar que el pánico la siguiera deteniendo. Debía recordar que no estaba sola, todos estaban en un punto en la casa buscando a sus compañeros.
Solo por su entrenamiento militar pudo silenciar apenas esta sensación de pánico en todo su cuerpo. Como pudo se levantó acomodándose la ropa y miro alrededor suyo. Olía a sangre y algo más que no podía detectar. Saco su arma de su estuche y la lámpara para poder iluminar el contorno del espacio, todo su cuerpo estaba tenso. Hasta hace poco tiempo tenían un equipo de luces, que ahora no estaba en su lugar asignado. La oscuridad reinaba en el sótano.

La generala de División Beifong necesitaba entrar en acción sus hombres podían correr peligro al igual que los que habían entrado con ella. Escucho los pasos que bajaban para unirse a ella. Aun así sabiendo que eran sus hombres, preparo su arma para toda acción. La teniente Suki junto con dos soldados bajaron hacia ella.
Veían el comportamiento de la Generala y se prepararon para cualquier acción, La Teniente Suki sacaba su arma, y los soldados alistaron las suyas.

Tenemos que tener sumo cuidado, no sabemos qué fue lo que paso en las instalacionesMencionaba en voz firme Lin- ¿Qué ha pasado en los siguientes niveles de la casa?- se dirigía a la Teniente Suki.

Sin señalesMenciono la Teniente Suki- Perdimos todo contacto con ellos, se ven rastros de lucha y sangre por las zonas que ellos debían estar.

Inspeccionemos esta zonaReafirmo La Generala de División BeifongSe puede oler sangre entre 
otras cosas. – Se decía a si misma que a los demás- ¡Todos alerta!

Fueron adentrándose en el sótano, usaron las luces que tenían en su equipo para aumentar más la claridad dentro de este. Mientras avanzaban la generala les daba órdenes con el lenguaje de señas militar, podían sentir en sus pisadas que el suelo era más tierra mojada que otra cosa, lo que dificultaba el andar en donde podrían resbalarse fácilmente.

El equipo de seguridad revisó varias partes del sótano el sótano también era bastante grande tenía repisas llenas de los elementos para la manutención de la casa también ahí lavan la ropa así que podían verse el aparato y también esté el jabón con otros elementos para para hacer el aseo.

Empezaron a acercarse a la zona que podían oler la sangre y también la Tierra sentía como empezar a encerrarse el olor pero también se enrarecía. Todos sentían que todo ese espacio se hacía más chico.

La generala hizo la señal de sigilo al posesionar su mano y su brazo izquierdo a un nivel y bajándola dando la indicación al igual que la señal de alto subiendo nuevamente la mano y su brazo izquierdo cerrando su puño pero con la palma hacia adelante, el brazo estaba flexionado en el codo haciendo una formación semejante a una L. El comando se posesionó alrededor de la Generala para nuevas instrucciones.

La Teniente Suki estaba en su lado derecho marchando con sigilo preparada para toda acción. No podía creer que tan largo podía sentirse un sótano en estos momentos, la tensión era palpable. Una de la luz pudo divisar un objeto en el suelo, al elevar más para observar detenidamente, podía verse que era un zapato militar.
Cada uno de ellos sintió un escalofrió. El olor a sangre era cada vez más fuerte en esa zona.

La generala señalo a uno de los soldados dándole la misma seña de sigilo al momento de dar esta orden le dio otra que señalaba que tenía que ir rápido, en esta señal se asemejaba a la forma de L del brazo pero con la diferencia que la palma cerrada estaba en la dirección de la cara.

El soldado acato la orden llegando rápidamente a la zona señalada para agarrar la bota y así inspeccionarla pero al momento la soltó dando tropiezos queriendo alejarse de ella.

La Generala Lin a ver el comportamiento del militar y sus soldados estaban intranquilos les dio la orden de alto y la señal de mantener la posición lo que acataron inmediatamente. Dio seña de que iría señalándose a sí misma, con otro señal tocándose la cabeza dando a entender que la cubrieran. Se acercó al punto señalado y vio lo que al soldado le había costado ver. La bota todavía contenía parte de la pierna. Lin solo cerro los Ojos estaban en una situación que no podían predecir ni saber que era el enemigo. El corte que tenía la extremidad parecía como si hubiera sido arrancado por un animal de gran tamaño.

Dio más ordenes por el lenguaje de señas, uno de ellos fue punto de reunión alzando su mano izquierda dando un giro, a la vez que estiraba su brazo atrás de su cuerpo por completo cerrando su puño lo cual y dándole un movimiento leve a la derecha, la orden fue dada para una formación dispersa.

El soldado se recobro atendiendo la orden de La Generala Lin volviendo a la formación señalada. Dando la orden de avanzar solo al mover su brazo en diagonal, con su mano abierta moviéndola de adelante hacia atrás.

Siguieron inspeccionando el lugar, podían encontrar pedazos de tela militar alrededor de ellos, lo mas raro es que sentían que la luz de las lámparas ya no daban la luz necesaria, cada vez que avanzaban, sentían que la oscuridad los cubría más.

Todos se pusieron alerta empezaron a ver varios cuerpos tirados en el suelo lámparas habían sido destrozada de sangre había charcos de sangre. La generala de división se acercó a ver a los cuerpos cada uno tenía desgarramientos en la piel producto de la violencia intentó ver si alguno estaba vivo pero digo no mostraba signos vitales.

Ella cerro sus ojos viendo el desastre de cómo había estado equipo momentos antes deseoso de aprender pero ante todo qué habría pasado con ellos pero no todos estaban ahí faltaban unos cuantos cuenta en ese momento que tenía que llamar a refuerzos para continuar la investigación y ver los presuntos culpables del de lo que habrían hecho

-Teniente Suky ve y llama a la milicia para que vengan inmediatamente.. Vamos veviendo qué parte de la unidad estaba en shock No los culpaba la escena era desgarradora- ¡Atentos, el culpable de todo ya debe estar aquí!Se dirigió a uno de los guardias para que le acompañara.

La teniente Suky atendió la orden saliendo del sótano. Dentro de él no había recepción el radio del ejército.
Llegaron a una zona donde se veía la pared, o lo que debió ser la pared, toda la parte del muro de la mansión había dejado de existir, ahora solo existía un gran hueco de tierra, podía verse las raíces de los arboles salir de esa zona. De ahí provenía tanta tierra en el suelo, el olor salía de esa zona.

La generala Lin volvió a sentirse petrificada en el lugar, podía sentirlo en su ser, no debían seguir mas en ese lugar, pero no podían dejar a nadie atrás, si es que había la posibilidad de rescatar a sus soldados, saber que había sucedido con ellos.

Por un momento pensó que su visión estaba engañándola, pero sentía que la pared se movía, y se cercaba en ellos, alumbraba el espacio pero lo único que podía ver era formaciones rocosas. Hasta que sintió que sus soldados estaban muy pegados a ella. Posiblemente en esos momentos ellos habían sentido lo mismo, podían sentir a un enemigo pero no lo visualizaban.

-¿Cómo era posible?- pensaba La Generala Lin-
Fue entonces cuando percibió un roce cálido junto a su oreja izquierda. Como si alguien pasara su cara levemente en el cuello. Inmediatamente su cuerpo se erizo. Con el corazón en la boca su cuerpo reacciono automáticamente lanzándose hacia adelante; alejándose de lo que estuviera encima de ella. Alumbrando el techo pudo solo visualizar lo que estaba arriba de todo el comando.

¡Alerta el enemigo está arriba de nosotros!Grito a sus soldados.

Pero ya era muy tarde

Lo único que pudo visualizar fue las fauces con enormes colmillos lanzándose a ella. Pudo ver con claridad los ojos del enemigo, amarillos no de un ser humano, eran de un animal salvaje cuyo instinto era solamente para la caza.

La oscuridad cayó en ese momento para todo el equipo. Podían escucharse los disparos que intentaban dar para su defensa; El ruido de la batalla en poco tiempo quedo en un silencio sepulcral.

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Abrió los ojos, salió de su ensoñación, todo la sensación de la mansión había desaparecido de su alrededor, volvía a escuchar el sonido de la música que hace rato había colocado. Podía oler todavía ese olor, pero en la casa no había nada que desprendiera aquel olor. Se sentó en la bañera manteniendo sus sentidos alerta. Su cuerpo sentía el pánico de esa vez. Solo que en esta ocasión hizo caso a su instinto.

Se lanzó fuera de la bañera envolviéndose el cuerpo con una toalla. Salió a toda prisa del cuarto de baño y atravesó su habitación en dos zancadas. Bajo la escalera de la misma forma y se sentó en el sofá completamente alejada de las escaleras pero podía verlas desde su posición. Todavía su cuerpo podía sentir una mezcla de pánico. Sus pulsaciones estaban aceleradas. No se atrevía a volver a su habitación. La sensación de revivir el suceso había sido tan fuerte que le aterraba encontrarse en ese sótano, aun cuando solo fuera su cuarto de baño.

Al cabo de unos minutos entre que calmaba su corazón y su mente, se convenció de que su imaginación y el síndrome postraumático estaban dándole un mal rato.

Se volvió a enredar la toalla bien y empezó a subir los escalones de su casa despacio, agudizando el oído, sus músculos le dolían por lo tensos que estaban. La música seguía en su cuarto. Lentamente y con cautela se acercó a la puerta de la habitación para asomarse. No había nada. Cruzo con cautela hasta llegar a su cama inspeccionaba todo. Miro al baño y se acercó. Podía sentir que su cuerpo volvía a ponerse tenso, sentía como sus propios latidos estaban acelerados. Se armó de valor al plantarse en medio de su propio baño, vacío la bañera y se miró al espejo.


-Solo estas cansada Linpensó para sí.

Apago la música, se quitó la toalla para colocarse una camiseta de tirantes y un pantaloncillo. Se metió en la cama. Intentaba no pensar en nada, dejar su mente en blanco y respirar pausadamente, como le había indicado Kyla. Sonrió, solo con pensar en ella se tranquilizaba. Podía recordar cada vez más lo que paso ese día, pero lo que no podía recordar bien, era un par de ojos azules que la miraban atentamente antes de desmayarse por completo en esa situación.

¿Quién era esa persona? Y por qué la defendía había peleado con alguien más. Solo recordaba susurros de voces, que decían.

No puedes matarlagritaba el par de ojos azules.

Ella es un testigo de lo que paso aquí. No puede sobrevivir y ¡tú lo sabes!, puede poner a nuestra raza en peligro.- Se podía sentir su furia crecer.

Ella no es un peligro, te desconozco, ¿Que te ha pasado?- Podía escucharla suplicándole a su acompañante no hacerle daño.

¿Por qué se preocupaba todo su comando estaba muerto y ella estaba gravemente herida?

No te permitiré que le hagas daño- Sentía que se colocó enfrente de ella.

No creas que no te lastimare, Korra. No sabes lo que has hecho al ponerte en mi contra - ya solo podía escuchar a lo lejos.

Cada vez le costaba recordar, el cansancio se posesionaba de ella.

Otra parte que había recordado en este tiempo fue una voz que llego al momento que ellas peleaban.

-¡¡¡Por que estan invadiendo mi hogar!!!Solo pudo escuchar esa voz que tenia una furia enorme desencajada hacia todos los que estaban en la habitación. -  Lycans
En pocos minutos el sueño tiro de ella.


Continuara…